Ruta del Agua de Mondoñedo – Salto do Coro

5 de marzo de 2022

Este es un sábado cualquiera de finales de invierno en Tapia de Casariego y nos apetece salir a pasear; ¿por qué no acercarnos a Galicia? Y tras deshojar virtualmente nuestra particular margarita en la que las playas de la Mariña lucense sustituyen hoy al me quiere y la ciudad de Mondoñedo sustituye al no me quiere, el último pétalo nos confirma un rotundo no me quiere y Mondoñedo sale como nuestro destino de hoy. Que conste que esta vez, y sin que sirva de precedente, yo había apostado por esta última opción ;).

Bueno, pero había truco, claro, la idea no era visitar Mondoñedo, que también, sino que era conocer una cascada que figuraba en mi lista de pendientes desde hacía tiempo: el salto do Coro.  Así que preparamos mochilas y bocadillos en un momento y poco después estábamos en el coche. Son unos 35 minutos desde Tapia a Mondoñedo que se pasan volando y enseguida llegamos. Nos sorprende la cantidad de coches que hay. Y cuando logramos aparcar y nos bajamos del coche entendimos el motivo, pues comenzamos a oír música cada vez más cerca y pronto llegó a nuestra altura una banda: ¡justo habíamos elegido el día en el que se celebra el carnaval! Se trata de una fiesta de mucha tradición en Mondoñedo y durante todo el día hay animados desfiles de entroido en los que locales y foráneos lucen divertidos disfraces.

Mapa de la ruta

Nuestra ruta comienza al lado de la fuente vieja y desde allí, seguimos por la calle principal en dirección opuesta al centro histórico para llegar al barrio dos Muiños. ¡Y qué sorpresa!! Entramos en una zona llena de canales que pasan justo por delante de las casitas. Buscando información después, descubrí que este era el barrio de los artesanos y de los molinos (muiños en gallego) y aquí, el río Valiñadares se había desviado de forma artificial en forma de canales, para llevar el agua a los diferentes talleres y molinos que estaban aquí ubicados. Merece la pena pasear por este barrio pintoresco y descubrir los antiguos molinos, la configuración de los canales, así como otros puntos de especial interés como el ponte do Pasatempo y la ermita de Santiago.

Barrio dos Muiños – Fotos Ama

Después de habernos entretenido un rato en este barrio, proseguimos camino. Siguiendo en paralelo el curso del río Valiñadares hay una carreterita local por la que seguimos. Esto implica que vamos caminando un buen rato por asfalto, lo que le quita parte del encanto a la ruta. Eso sí, tengo que decir que no nos cruzamos con ningún coche y que pudimos contemplar algunos núcleos rurales típicos de esta zona de Galicia, con casas de pizarra y algún hórreo gallego.

Casas típicas de la zona

Son unos 2 kilómetros de carretera los que tenemos que recorrer hasta llegar a entroncar con una pista por la que tenemos que seguir. No hay posibilidad de pérdida, pues el salto está perfectamente señalizado y la pista pasa justo por delante de una casa con su hórreo que es también muy visible. Paradójicamente, es en esta pista donde nos cruzamos con el único coche del día, que luego veremos parado delante de la siguiente desviación que nos llevará hasta la cascada. Pertenece a un grupo de chicos que han preferido venir motorizados hasta aquí y que suben y bajan rápidamente de la cascada, dejándonos el lugar solo para nosotros.

Llegando a la cascada

Entramos ahora en una de las partes más bonitas de la ruta, pues lo que nos queda por recorrer es un senderito muy estrecho que serpentea siguiendo el curso del arroyo Argomoso, abriéndose paso entre una vegetación muy exuberante. El arroyo baja todavía con prisa, después de haberse precipitado unos 15 metros aguas arriba. Nosotros remontamos el camino a lo largo de unos 500 metros, deseosos de ver el punto de la caída, pues a medida que avanzamos el ruido del agua va ganando en intensidad. Enseguida vemos el salto a lo lejos, pero todavía nos queda cruzar un puentecito y subir unas escaleras talladas en la piedra que nos llevarán hasta el salto: sin duda, el acceso tiene mucho encanto.

O salto do Coro

La verdad es que la cascada es muy bonita y, pese a que hace bastante frío, decidimos aprovechar nuestra soledad y ese concierto que nos ofrecía el agua, para disfrutarlo en primera fila. Así que allí mismo, en silencio y de pie porque todo está mojado, comimos nuestros bocadillos: son esos momentos únicos que nos regala la naturaleza.

Ahora, podemos volver por el mismo camino o hacer la ruta circular. Y ya se sabe… ¡me encantan las rutas circulares! Así que bajamos las escaleras, cruzamos el puente y a nuestra izquierda sale un camino imperceptible que trepa por la ladera del monte de As Bouzas. Es bastante pendiente, pero no es muy largo, por lo que enseguida coronamos la ladera y vamos a salir a un núcleo rural muy bonito que se llama O Barral, con sus casitas y su capilla.

Subiendo por el camino, llegamos a O Barral

Ahora vuelve a tocar un tramo de carretera hasta llegar al pueblo de Supena. Este es un punto relevante de la ruta, pues aquí se ofrecen diferentes alternativas: se puede seguir hasta la cercana entrada de la cueva do Rei Cintolo (es la cueva más grande de Galicia, con interesantes formaciones geológicas), pero solo se puede entrar con visita organizada; se puede hacer el bucle de Supena, por el que se recorren cuatro pueblos del entorno en una ruta circular de unos 4 kilómetros y se puede seguir en dirección a Mondoñedo.

Fuente con cruceiro en Supena

Decir que nosotros comenzamos a hacer el bucle de Supena, pero luego pensamos que se nos iba a hacer tarde y decidimos dar la vuelta y seguir directamente hacia Mondoñedo. Y bueno, enseguida dejamos la carretera y cogemos un camino. A partir de aquí está todo muy bien señalizado y la ruta es muy agradable. Ante nosotros va desfilando un paisaje muy variado, con abundante arboleda, con pequeños núcleos rurales que se ven a lo lejos y a medida que nos acercamos a Mondoñedo comienzan las huertas. Es particularmente bonita la vista que se tiene desde aquí del puente de la autopista, sin duda, una ingente obra de ingeniería.

Vista del puente de la autopista – Foto Ama

También es de señalar la magnífica vista que se tiene de Mondoñedo unos metros antes de entrar en el pueblo por una callejuela que luego nos llevará en descenso hasta la fuente vieja, justo el punto en el que habíamos comenzado.

Vista de Mondoñedo – Foto Ama

Y después de cerrar nuestra circular perfecta, llegaba el momento de recorrer Mondoñedo que todavía estaba animado, con bastante gente disfrutando del carnaval. Mondoñedo forma parte del selecto grupo de pueblos más bonitos de España, pese a disfrutar del título de ciudad desde el siglo XII. Su catedral, que figura en el catálogo del Patrimonio Mundial de la Unesco, es impresionante. Pero, además, recorrer sus calles empedradas en las que se levantan casonas y conventos es una delicia. ¿Y por qué no? Tomarse un café con un trozo de su famosa tarta de Mondoñedo. En definitiva, son muchas las razones que nos invitan a volver a pasarnos por aquí.

Catedral y Fuente Vieja de Mondoñedo – Fotos Ama y Elena

Nosotros, después de esta excursión tan completa de este día, todavía tuvimos tiempo de disfrutar de la puesta de sol en Tapia. ¡Un sábado muy completo!

Llegamos a Tapia a tiempo de ver la puesta de sol – Foto Ama

En el botón de abajo se puede descargar el track de la ruta.

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