Por la selva paraamazónica cabraliega: Demués – La Molina – Desfiladero del río Casaño – Demués

11 de julio de 2020

Hoy salimos contentos los del Falso Llano :))), en esta ocasión Ave, Santi y Berta, Luisa, Luis y Vi y servidora. Tenemos buen día (bueno, al menos no hay previsión de lluvia) y la ruta que vamos a hacer hoy es cómoda: un poco larga, pero con un desnivel muy asequible. En realidad, vamos a acompañar a Ave a hacer una inspección sobre el terreno de una parte del Gran Trail de Picos de Europa.

mapa
Mapa de la ruta

Nos vamos acostumbrando a la Covid-19 y esta vez ya compartimos coche, pese a las mascarillas. A mí me recogen en casa a las 8:30 Santi y Berta, con los que también viene Ave, y quedamos con los demás en Posada de Llanes. Paramos para el cafetín y pincho… todo ello tranquilamente, no tenemos prisa.

A las 10:30 llegamos a Demués, en Onís, y vamos a la pequeña zona de parking y, por cierto, completamos su aforo, y un poco antes de las 10:45 comenzamos a caminar. Retrocedemos hasta el inicio del pueblo y cogemos una carreterina de buen andar.

demués
Demués va quedando atrás

Pero esto duraría muy poco, pues en un punto determinado, dice Ave: es por aquí. Nos miramos extrañados, pues en ese desvío no hay atisbo de camino. Si lo hubo en algún momento, hoy está totalmente tomado por la maleza. Pero nada, si es por ahí… por ahí que vamos.

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El camino va por aquí

Ay qué risa, en un momento estábamos totalmente cubiertos por los helechos… pinchos la verdad que no había demasiados, pero ortigas sí y bien criadas. Lo más gracioso era oír a mi hermana, que con su pelo rizoso se quedaba enganchada en esta vegetación tan exuberante y cuando se lograba desenredar transportaba algunas ramas en la cabeza, jaja. Bueno, al final se ató el pelo y logró avanzar un poco más. También, hay que tener en cuenta que gran parte del grupo iba con pantalones cortos.

Vamos avanzando como podemos y constatamos que efectivamente esto había sido un camino, pues hay algunas cabañas abandonadas. Y nada, al cabo de un rato, vamos a entroncar con una pista (que también provenía de Demués, como nosotros jaja, pero hay que recordar que estamos siguiendo un itinerario concreto). Pues bueno, ya contentos porque estamos en terreno despejado, pero… ¡ahora empieza el barro! Ay que risa, estamos en una pista… pero de patinaje. Ay Dios, ¡cómo sigamos así no sé cuánto vamos a tardar!

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Parece que hay un poco de barro 🙂 – Foto Berta

Pero bueno, que no se me olvide, pese a lo accidentado del terreno, el paisaje es muy bonito, con cadenas montañosas en el horizonte, pueblos que crecen colgados de las laderas a lo lejos y al fondo, parece que se vislumbra el mar.  Poco a poco el camino se adentra en grandes pradería verdes y empiezan a aparecer cabañas aisladas. Por el camino también nos encontramos con multitud de caballos y de potrinos, preciosos, y también hay muchas vacas y ternerinos.

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Caballos y potros – Foto Vi

 

vaquina
Y las vacas no parecen muy estresadas

Pasamos por las cabañas de El Llanón, con su fuente bien visible (que Santi no dejó de inspeccionar, claro) y luego llegamos a la cabaña de La Berruga. Al fondo se aprecia la inconfundible silueta de la Cabeza Pandescura, seguida por una sucesión de cabezas que forman un murallón de roca impresionante.

cabeza pandescura
Al fondo la Cabeza de Pandescura

Nos vamos acercando a la Cabeza Pandescura y llegamos a muy pocos metros de su cumbre, pero las nubes se habían asentado compactas justo por encima de ella y, aunque sabemos que desde allí, las vistas son espléndidas, decidimos no subir.

lucia y yo cabeza pandescura
Estas somo Lucía y yo en la Cabeza de Pandescura en el año 2006, al fondo el Cornión

Rodeamos la Cabeza Pandescura para proseguir el camino y empezamos a bajar lentamente, por pequeños senderos que se dibujan entre las rocas, muy bonitos y muy entretenidos. Vamos a nuestro aire, charlando de mil temas con unos y otros. Y luego, llegamos a una zona de pradera, también muy encharcada. Desde aquí se ve el cortado en el que se encajona el río Casaño. Nos moríamos de risa porque Santi iba todo el rato preguntando si no íbamos a un río, jajaja: ¡allí estaba!

Aquí nos encontramos con una pareja que estaba haciendo la ruta en sentido contrario y que nos anticipa que el camino está muy embarrado, ¡no es novedad para nosotros! Seguimos caminando, ya pensando en encontrar un sitio para comer y decidimos bajar hasta una cabaña que vemos a lo lejos. Al final, seguimos un poco más y llegamos hasta un camino y paramos delante de una casa que parecía recientemente restaurada. Las casas por aquí tienen una estructura particular que incluye un pajar en la parte superior, como si fuera el corredor de una casa.

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Casas tradicionales de la zona

Bueno, pues aquí paramos un rato para comer y aprovechamos para grabar un video para MaríaMi que hoy cumplía años. Jajaja, el tuyu tuyu que se puede ver aquí (jaja, me la estoy jugando, jaja).

Y nada, después de un rato de risas, proseguimos camino y pronto llegamos a una carretera que en poco tiempo nos llevará a La Molina. Ay qué risa, justo cuando entramos en el pueblo, vemos una furgoneta aparcada allí y empieza Luisa: ay, ¡lo conozco, lo conozco!!! y claro, todos pensamos que conocía al dueño de la furgoneta… ¡pero no!, simplemente se había dado cuenta de que ya había estado aquí y sabía que había buenas pozas para bañarse.

La Molina es un pequeño pueblo de Cabrales, muy bonito, punto de origen del desfiladero del río Casaño. Enseguida nos dimos cuenta que los habitantes del pueblo recelaban de los turistas, por miedo al coronavirus: normal. Así que pasamos rápido por allí y nos dirigimos directamente al río.

En la primera parte, la senda está bastante bien y efectivamente, empezamos a ver las pozas que ya nos había anunciado Luisa y también vimos una parte del barranco del río (que «amenazan» con hacer su descenso otro día Teoría sobre el emoji de la chica con la mano alzada).

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Barranco del río Casaño

El desfiladero continúa al lado del río y en la primera parte nos encontramos con algunas personas, pocas, que andaban por allí. Y luego, seguimos avanzando por un sendero lleno de piedras muy resbaladizas, con mucha vegetación a los lados, árboles caídos… bueno, una pena que esté todo tan abandonado. Tal y como está, este camino no es apto para todos los públicos.

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Árboles espectaculares – Foto Vi

El caso es que nosotros sabíamos que teníamos que subir, pero subíamos un poco y luego volvíamos a perder toda la altura, así todo el rato.  Eso sí, el paisaje es precioso y hay unos árboles, sin duda milenarios, que nos llamaban la atención a cada paso.

en el río
En el río, ¿cuándo empezaremos a subir?

De repente, oímos que alguien nos llamaba y era la pareja que habíamos encontrado a mitad de la ruta. Venían por el otro lado del río y parecía que bajaban un poco desesperados por el mal estado del camino, así que «vieron a Dios» cuando nos encontraron. Nosotros les dijimos que tenían que cruzar el río y Ave se quedó para ayudarlos a pasar y a indicarles el camino.

Y nosotros seguimos avanzando… yo no llevaba track de la ruta, pero sí la estaba grabando y me daba la impresión que nos estábamos alejando del punto al que teníamos que ir. Pero claro, nunca se sabe por dónde van los caminos. Lo raro era que no subíamos.

Ave había perdido la cobertura GPS, pero comparamos los tracks y vimos que efectivamente nos habíamos salido de la ruta, así que no quedaba otra que dar la vuelta El significado de los emojis de WhatsApp, lo que se ve perfectamente en el mapa de la ruta.  Unamos a esto que a Ave le quedaba un 4 % de batería y que yo, que si tenía batería, no tenía cobertura para descargar la ruta. Pero bueno, Ave se adelantó y fue más rápido y en un momento dado, el GPS resucitó y le indicó por dónde iba la ruta. Y sí, había que cruzar el río… así que aquella pareja de montañeros iban por el buen camino y ya nos habían anticipado que estaba fatal.

Bueno, pues ahora solo queda cruzar el río. Y Ave, ni corto ni perezoso, no duda en meterse calzado dentro del agua para ayudarnos en un paso delicado.

ave ayudando
Ave se mete en el río para ayudarnos a pasar

Y pasamos todos y parecía que había un camino y parecía que empezaba a subir. Y también tengamos en cuenta que son las 19:15 horas y que todavía nos queda un buen trecho El significado de los emojis de WhatsApp. Así que eso de que la ruta de hoy era fácil y eso… iba a ser que no, y ya podíamos espabilar que teníamos que llegar a la pista antes de que cayera la noche.

 

Pues nada, comenzamos a subir y poco a poco el camino desaparece de nuevo y comenzamos a entrar en una zona llena de maleza, de helechos gigantes, de pinchos… con caminos abiertos por el ganado que no llegaban a ninguna parte… y Ave y Luis desbrozando con los bastones. Bueno, también estaban los preciosos árboles milenarios por todos los lados. Y también estaba Berta que decía todo el rato: esto es un camino, fijo. jajaja.

mas selva
Más selva

En un momento dado, recupero la cobertura y puedo descargar la ruta y constatamos que estamos fuera de ella, pero vemos la dirección en la que tenemos que ir. Además, ya vemos sobre nuestras cabezas los grandes paredones de la Cabeza de Pandescura y de las otras cabezas.

Así que nada a subir siguiendo esa dirección, con la intención de llegar a un collado que se ve a lo lejos.  Tratamos de ir juntos y de esperarnos para no perdernos, ¡era lo que nos faltaba! Y bueno, finalmente llegamos al collado y ya vemos al fondo la pista que tenemos que coger… pero todavía nos queda un rato y claro, seguimos fuera de la ruta. Así que seguimos avanzando hacia la pista y ahora los helechos se cambian a ratos por barro y barro en cantidad y de calidad. 😂 Cara Llorando De Risa Emoji

llegamos al collado
Venga, venga que ya se ve la pista

Pero sí, a las 21:10 habíamos llegado a la pista y solo nos faltó besar el suelo 😂 Cara Llorando De Risa Emoji. Ahora nos quedaban 5 km, pero ya no nos preocupaba. Así que empezamos a bajar, relajadamente, paramos en una fuente, limpiamos un poco las botas y seguimos hasta llegar a Demués, Empezaba a caer la noche.

en la fuente
Fuente en la pista y todos con el cepillín de Santi

Bueno, en conclusión, lo que parecía una ruta inocente, se convirtió en una ruta de 12 horas, vamos una más de las que ya empiezan a ser clásicas en el Falso Llano 😂 Cara Llorando De Risa Emoji y una más en las que se constató el buen talante de todos. Y nada más, a las 12:30 me dejaron en casa, esperando ya por la próxima. Ah, y además, esta vez tuve premio, pues por primera vez en mi vida me traje una mascota, bien enganchada al borde de mi oreja.

Y aquí está el track de esta ruta, que si finalmente se organiza el Gran Trail y alguien limpia la vegetación se conviertirá en esa ruta asequible que pretendíamos hacer. Si sigue como está, los corredores lo tendrán difícil.

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